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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Restableciendo el pacto (2 Samuel 21 1ra. parte)



Estamos por llegar al final de este recorrido por la vida del Rey conforme al corazón de Dios.  Sin embargo, aún hay lecciones que aprender...

Durante el reinado de David, el pueblo de Dios se vio azotado por 3 años de hambruna, por lo que David consultó a Dios acerca de lo que pasaba.

Y yo creo que la respuesta de Dios dejó petrificado a David. Pero antes de continuar déjenme contarles una bonita anécdota:

Hubo una ocasión en la que a nuestro automóvil le salía bastante humo, se calentaba y se quedaba parado, no sabíamos realmente qué pasaba, solo suponíamos que por alguna extraña razón el carro mega absorbía anticongelante cual persona sedienta toma agua. Nos llegaba a pasar diario y nuestro "remedio" fue comprar anticongelante al pormayor para que cuando el carro estuviera enfermillo le dieramos su "jarabe".

Las primeras ocasiones era algo "normal", pensábamos que incluso haciamos algo mal. Luego se convirtió en algo recurrente pero aún así no buscábamos verdadera ayuda, preguntábamos a familiares y vecinos. Nadie supo qué pasaba realmente. Todos suponían pero nadie acertaba.

Y así pasó aproximadamente una semana, hasta que un domingo, mientras íbamos de camino a la iglesia se nos apagó la nave (inserte aquí frase cristianoide como: "diablo cochino"). Tuvimos que esperar a una grúa que nos remolcó de nuevo a casa. Y así (solo así) entendimos que teníamos que consultar a un mecánico, no más consejos empíricos.
Lo que ocasionó el problema fue una abrazadera rota que no ejercía presión sobre la manguera ocasionando que a cada rato se tirara el anticongelante, solo era eso. Cuando nos enteramos no sabíamos si reír o llorar... Bueno, al final ninguna de las dos jejeje.

A lo que quiero llegar es... Ya se me olvidó, dejen me regreso unos párrafos para acordarme...

Ah sí! El chiste es que algo andaba mal en el peblo de Israel. David conocía tan bien a Dios que le consultó en primer lugar a Él, al experto. Imagínense que David hubiese empezado de atrás para adelante. Dejando al experto de la situación en último lugar. Realmente hubiera sido absurdo!

Dios le cuenta a David la razón de la carencia: La "abrazadera” llamada Saúl (haciendo alusión a mi relato) no había hecho bien su labor con relación a los gabaonitas. Ya que él y su familia se habían dedicado a matar a muchos de ellos.


Y bueno, para no hacerles el cuento tan largo, los gabaonitas fueron ajusticiados por Dios debido a un pacto de paz que habían hecho los israelitas contemporáneos de Josué hacia con ellos.

Dios tenía muy presente ese pacto y se lo recordó al pueblo traducido en carencia propia. Así fue como ellos no tuvieron otra más que enfocarse para resolver la situación.

El remedio fue amargo, "ojo por ojo" diríamos algunos, ya que David entregó en mano de los gabaonitas a 7 familiares de Saúl para que les dieran chicharrón. Medida necesaria  para enmendar el error según la perspectiva Gabaoneza :P

En la segunda parte veremos el resto del capítulo, pero me gustaría dejarles con tres puntos muy importantes:

Primero. Cuando algo anda mal en nuestras vidas (ya sea material o inmaterial) debemos de consultar a Aquél que tiene nuestro manual de uso, es decir, Dios. Ya que podremos así también rectificar nuestro camino en Él y vivir en plenitud :)

Segundo. Recordemos que tenemos un Dios que no olvida nuestros pactos con los demás. Pero por sobre todas las cosas Él no olvida Sus promesas para con tu vida, Él siempre te querrá dar lo mejor, sin embargo a veces como humanos inconscientes que somos necesitamos se rompa esa “abrazadera” para recordarlo.

Tercero. Así nosotros también debemos restablecer ese pacto con los demás. El más grande pacto hacia nuestro prójimo es amarlo como si se tratase de nosotros mismos :)


Continuará en la continuación...

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